Una fecha que me enseñó a manejar mis emociones
En este hermoso deporte las frustraciones son mas frecuentes que las alegrías y éxitos, ya que este deporte lo realizamos con un ser vivo (caballo) y dependemos mucho de la conexión y la predisposición caballo – jinete, jinete – caballo con lo que iniciamos el día de competencia.
En esta fecha aprendí a tratar de controlar mis emociones y las de mis caballos (MAXIMUS Y CARMENCITA). No debemos confundir la emoción negativa que sentimos cuando algo no nos sale bien o cuando el caballo no nos responde como deseábamos, con la necesidad que tenemos de hacer las cosas bien y que el caballo responda como queremos para ser felices. Si hacemos que nuestra felicidad dependa de cosas que no siempre podemos controlar, estaremos creándonos una frustración innecesaria y poco productiva porque, hay muchísimos factores que no siempre logramos controlar.
Si empezamos a entender que esa emoción negativa refleja un contraste que voy experimentando en mi evolución y desarrollo como jinete, y que me sirve para darme cuenta de que algo tenemos que cambiar y aprender, en adelante mi felicidad dejará de depender de los resultados obtenidos y disfrutaré más el aprendizaje en sí día a día que los resultados se darán solos.