Alberto Neyra
Psicólogo
Psicoterapeuta Familiar sistémico
Especialista en Educación inclusiva y atención a la diversidad
Mi historia con Gian Piero
Cuando conocí a Gian Piero él era solo un niño que tenía poco contacto visual, no se comunicaba fluidamente, empleaba algunas palabras que no tenían mucho significado para las personas de su entorno como por ejemplo : corto pierna o corto panza cuando quería suspender una actividad, y presentaba algunas problemas conductuales que interferían en su capacidad para seguir la dinámica de una clase en un aula con otros niños ( se paraba, no seguía una secuencia de trabajo, y algunas conductas auto estimulatorias).
Lo primero que se comenzó a trabajar con Gian Piero fue establecer un vínculo y una secuencia de trabajo, favoreciendo toda forma de comunicación espontanea que fuera funcional. Luego de unos meses y gracias a la tenacidad y perseverancia de sus padres, quienes apoyaron el programa, aplicando las técnicas que se le indicaban en su casa. Progresivamente su atención fue mejorando, así como su trabajo secuencial de actividades, disminuyendo significativamente sus conductas.
Siempre recordare que una mañana de un sábado me lo encontré en el Jockey Plaza, y mi amigo al verme me dijo:” hoy no toca clase Alberto es sábado”, ese fue el comienzo de un sin número de comentarios posteriores que surgirían espontáneamente en diversas situaciones. Para nosotros significó que Gian Piero, estaba emitiendo un comentario y estableciendo una relación de tipo funcional, lo que nos llenó de emoción, al darnos cuenta de que estaba produciéndose un cambio en su comunicación.
Hace unos meses a mediados del 2022, comenzamos un nuevo reto, Gian Piero ahora estaba en un colegio y tenía dificultades para socializar, frente a esta situación los padres me solicitaron nuevamente trabajar con él.
En nuestra primera reunión Gian Piero solo habla con su madre y no tenía contacto visual conmigo, su tono de voz no lo modulaba y presentaba algunas conductas auto estimulatorias como subir las manos, mover los brazos permanentemente, y no fijar por mucho tiempo la mirada en la persona que le hablaba.
Le explique a Gian Piero que yo estaba para ayudarlo a mejorar sus habilidades sociales, y enseñarle a cómo hacer amigos, situación que inmediatamente captó la atención de él. Así comenzó nuestro proyecto juntos, y fuimos trabajando sus habilidades para mantener una conversación, escuchar a la otra persona y emitir una opinión sobre lo que la persona había comentado, formular preguntas, y respetar un turno en la conversación. Los padres siguieron con atención las indicaciones y aplicaron las estrategias que se le proporcionaron, y comenzaron a producirse algunos cambios significativos en él sus conductas auto estimulatorias se fueron modulando en función, su tono de voz dejo de ser tan alto, empezó a modular su voz, su contacto visual se tornó más sostenido, pero lo más importante fuimos estableciendo un vínculo amical, y disfrutando el tiempo que pasamos juntos todos los días Martes y jueves.
Una tarde de aquellas en que nos reuníamos, al terminar la sesión y luego de conversar sostenidamente por un promedio de tiempo de 30 minutos, mi amigo al despedirse me dijo: “Alberto tu plan funcionó”, haciendo mención que ahora podía conversar con las personas.
En este tiempo que compartimos con Gian Piero, he aprendido que lo más importante en mi trabajo con él, ha sido establecer un vínculo afectivo y de respeto, en donde él se siente cómodo para dialogar, pero sobre todo aceptado. Hoy puedo decir que nuestras reuniones se han convertido en charlas de amigos, en donde ambos aprendemos el uno del otro, y en donde Gian Piero siempre tiene una predisposición para cambiar y ser cada día mejor.